Debat Estat de Formentera 2022 – Intervenció Rafa Ramírez

Consellers, conselleres, diputado, público y medios de comunicación, este es el último debate del estado de Formentera que habrá esta legislatura. Después del amplio relato de la Presidenta del Consell es hora de fijar las posiciones de los partidos políticos. Como saben, represento a los socialistas de Formentera. En la legislatura en la que estamos, por mandato de los ciudadanos nos ha tocado tener responsabilidades de gobierno. Desde aquí trasladar el agradecimiento del grupo socialista a la ciudadanía por la confianza depositada en nosotros. Es una responsabilidad y un honor servir a los ciudadanos de nuestra comunidad en tiempos tan complejos como los actuales. El equipo de gobierno actual está formado por una coalición de dos partidos que han sabido encontrar puntos comunes de gestión en los temas de gran calado, a pesar de sus diferencias. Las diferencias que representamos los distintos partidos políticos, incluida los partidos de la oposición, lejos de ser una dificultad reflejan las diferentes sensibilidades y posturas de los ciudadanos. Elemento que nos debería hacer reflexionar y permitirnos llevar la política al nivel que requieren la ciudadanía y la situación que estamos viviendo. Y con esto me refiero a poner en valor la necesidad de encontrar acuerdos. En todos los ámbitos de decisión política estamos viviendo posturas de bloques enfrentados, incluso estos bloques entre sí. Son los ciudadanos los que deciden quiénes les representan y qué tipo de políticas consideran las más adecuadas para guiar el destino de la comunidad. Formentera se distingue, en su trayectoria democrática, porque en temas de calado consigue aunar la mayoría de la voces y fijar posiciones comunes. No debemos olvidar esto, como representantes políticos tenemos la obligación de dar ejemplo y ser capaces de encontrar puntos de consenso y de equilibrio. Es difícil, más en tiempos tan agitados como los actuales y tan próximos a unas elecciones. Como responsable de los socialistas pido a mis compañeros de filas que redoblen los esfuerzos en encontrar consensos, con los tiempos que corren, los ciudadanos van a necesitar respuestas políticas de acuerdos.

La legislatura 2019/2023 será recordada por dos fenómenos globales, la crisis del COVID-19 y la Guerra de Ucrania, así como las consecuencias económicas que generaron. Este debate tiene que ver con el análisis local, pero como hemos aprendido lo local está interrelacionado con lo global. El ejemplo más evidente y lección que deberíamos haber aprendido a fuego nos la ha dado el virus aparecido en diciembre de 2019 en Wuhan y que en marzo de 2020 nos obligaba a estar confinados.

La crisis sanitaria mundial, del COVID-19 ha sido sin duda la crisis sanitaria de más impacto de en nuestra historia reciente; los momentos pasados, de incertidumbre y angustia, con el primer caso constatado en diciembre de 2019 hasta nuestros días, en los que vivimos la octava ola de la Covid, son momentos que tardaremos mucho en olvidar. Si nos remontamos a marzo de 2020 recordaremos los confinamientos, la obligatoriedad de trabajar con “máscaras y trajes epis”, el miedo reflejado en las caras de los profesionales que pertenecían a sectores esenciales, los boletines oficiales marcando directrices de actuación y complejizando la administración, las clases online, las colas de hambre, la caída del PIB, lo que en Baleares supuso el 23%, el colapso del sistema sanitario, el sufrimiento de las familias que perdieron seres queridos y también, recordaremos con tristeza, el tipo de oposición política basada en el objetivo de sacar rédito político de esta situación. Esta crisis sanitaria se convirtió en una crisis económica de grandes dimensiones. Se paralizaron los medios de producción, la actividad económica y se redujo la movilidad de una forma nunca vista. Tendremos el recuerdo de playas, calles y plazas vacías, empresas paradas, silencio, incertidumbre, ansiedad y angustia. Pero también tendremos en el recuerdo imágenes de solidaridad, del agotamiento de sanitarios dando lo mejor de sí, y de todos los partidos políticos pidiendo un esfuerzo extra de las diferentes administraciones, ayudas, rebajas de tasas, rebajas de impuestos. Lo que nos hace pensar en el contrasentido que tiene los cantos de sirena de los que proponen que se aligeren las administraciones públicas o que se reduzcan los impuestos, que es lo mismo. Hemos visto la utilidad, convertida en necesidad, de una administración pública fuerte, de unos servicios públicos fuertes. La medida fiscal de rebajar impuestos siempre beneficia a los más pudientes. Es una falacia tendenciosa con el único objetivo de ganar un puñado de votos mediante el engaño manifiesto. En este caso concreto menos no es más. Menos es menos, menos impuestos equivale a menos servicios, menos prestaciones, menos presencia pública, menos redistribución, es menos para los que menos tienen, es menos igualdad. Vemos cómo las políticas bandera de algunas comunidades autónomas que bajan impuestos, sobre todo a los que más tienen, terminan empleando el dinero público también con los que más tienen. Suena escandaloso que se subvencione la educación privada a las familias con 100.000 euros de renta y se esté en contra de la subida del salario mínimo o de las políticas de redistribución mediante las subvenciones a los que menos tienen. Pero hay que reconocerles un mérito, en algunos sitios no engañan. Lo saben las socialdemocracias nórdicas hace muchos años donde los impuestos son más elevados y obviamente los socialistas no compartimos este posicionamiento de que menos impuestos signifique mejor calidad de vida.

La comunidad que formamos los ciudadanos de Formentera, en conjunto, ha tenido un comportamiento ejemplar, hemos visto cómo el virus ha estado presente en diversos momentos en tasas de incidencia muy elevada, nuestros cuerpos de seguridad han estado al pie del cañón en momentos complejos, desde aquí nuestro agradecimiento, al igual que a nuestros sanitarios, protección civil, funcionarios de las administraciones, tanto los declarados esenciales, como el resto, que después de los momentos de mayor incertidumbre comenzaron a teletrabajar, se pusieron en marcha para seguir prestando servicios a la ciudadanía. No debemos olvidar a los trabajadores de las farmacias o supermercados o peluquerías que tampoco dejaron ni un solo momento de asistir, con miedo, a su trabajo para que el resto pudiéramos tener cubiertas las necesidades básicas. En Baleares hemos sido una de las administraciones más rígidas con las medidas tomadas en estos años, lo que nos ha producido muchos momentos de malestar y ansiedad, pero sabemos que fruto de estas medidas hemos podido trabajar en las diferentes temporadas turísticas, lo que nos ha supuesto que en estos momentos somos la comunidad autónoma que más crece económicamente, que más ha recuperado y con la tasa de desempleo menor de todo el país.

Con la situación generada por el virus y desde la máxima de “no dejar atrás a nadie en la salida de esta crisis”, las instituciones públicas se pusieron en marcha desde el primer momento, movilizando recursos económicos, legislación y medidas sanitarias que permitieran por un lado proteger la salud de los ciudadanos y por otro, evitar en gran medida la destrucción de empleo y de tejido empresarial. Sabemos de la dificultad de crear empresas y la facilidad con que se destruyen. Se pusieron en marcha escudos de protección social desde las diferentes administraciones, se incrementaron recursos en sanidad. Se generaron fondos para ayudar a empresas, en el caso de Formentera 12 millones de euros que llegaron a 183 empresas locales. El Gobierno de España, prohibió el corte de suministros en los hogares, desarrolló los ERTES, se crearon líneas de avales y garantías públicas por valor de 100.000 millones de euros, se generó una dotación para la investigación del COVID, se suspendieron los desahucios, habilitó moratorias hipotecarias, de alquiler, se amplió el bono social eléctrico, subsidios para empleados de hogar y subsidios para trabajadores temporales sin prestación. El gobierno autonómico hizo otro tanto: se ampliaron las resogas, se habilitaron créditos ISBA, se implementaron protocolos en las escuelas para hacerlas seguras ante la covid, se incrementaron los recursos en la sanidad pública, se contrataron profesores, entre otras medidas. En el ámbito insular, nuestro consell se dotó de nuevas líneas de subvención extraordinarias por el virus, a autónomos, empresas, línea de ayuda al alquiler, se pusieron protocolos de trabajo en el ámbito de la institución, se implementó el teletrabajo, se habilitaron partidas extraordinarias para proteger a los ciudadanos ante las necesidades básicas de alimentos y suministros… En definitiva, se tomaron decisiones complejas y rápidas que, junto con la estrategia de vacunación, criticada en nuestro país y felicitada en el ámbito europeo, han permitido que en estos momentos la actividad económica en Baleares y en Formentera se pueda desarrollar un grado satisfactorio de normalidad. En estos momentos las cifras de desempleo son las más bajas de nuestra historia y nuestro posicionamiento como destino turístico sigue siendo elevado.
En el ámbito estatal las políticas públicas han logrado avances, el salario mínimo ha subido a 1000 euros, se ha recuperado el poder adquisitivo de las pensiones, se ha recuperado el subsidio a desempleados mayores de 52 años, se ha recuperado la sanidad pública universal, se ha eliminado el copago farmacéutico, se ha garantizado el derecho a la muerte digna, tenemos una ley que protege mejor a los menores frente a la violencia (la Ley de protección Integral de la Infancia), se han equiparado permisos de paternidad y maternidad, se ha impulsado la cogobernanza, se ha blindado la financiación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se ha conseguido la excepcionalidad Ibérica con respecto a la factura eléctrica, se han bajado tasas universitarias, entre otras muchas medidas y leyes. Estas medidas afectan a los ciudadanos por igual y con la premisa de construir un modelo de sociedad más justo y solidario.

Pero esto sólo es una parte de la gestión de esta legislatura. Como ha reflejado la Presidenta en su discurso, se ha realizado más gestión a parte del Covid. No repetiré el contenido expuesto, pero sí que me detendré en algunos aspectos. Se han cerrado temas históricos, la Escuela de Sant Ferran, una demanda de isla, tendremos la base del 061, recuperaremos la diálisis, se han aumentado las especialidades en el hospital de Formentera, tenemos construida y se pondrá en funcionamiento la nueva cofradía de pescadores, ampliaremos el cementerio, en breve abriremos la residencia, tendremos un centro para nuestros menores más vulnerables, se han finalizado remodelaciones en núcleos urbanos, se está construyendo el tercer cable, se han ampliado los estudios de formación profesional, está en marcha el proyecto de ampliación del instituto de secundaria, se realizarán mejoras en el campo de fútbol, se comenzará a implementar la carrera profesional, no en la medida que nos gustaría pero se comienza una línea de trabajo que mejorará el salario que reciben nuestros funcionarios, se van a estabilizar 242 trabajadores del Consell, lo que nos permitirá una mayor estabilidad en la prestación de servicios públicos, están en marcha las licitaciones del contrato de basuras contrato absolutamente caduco y desfasado en cuanto a las necesidades que tenemos y el contrato de transporte público, igual de obsoleto y disfuncional y seguimos teniendo un endeudamiento cero. Se ha avanzado en todas las áreas de gestión del Consell, aunque no redundaré en lo explicado por la presidenta.

Tenemos temas claves complejos en nuestro día a día. El puerto es nuestro punto de entrada y de conexión con el mundo. Estamos viendo cómo los intereses empresariales están influyendo en el desarrollo normal de las actividades empresariales naúticas. En esta legislatura se han producido avances, se ha producido una reordenación parcial, lo que reducirá la cantidad de excursiones, se han reducido el número de trayectos en la línea regular lo que supone un avance junto con la garantía del primer y último barco, garantizado por los presupuestos de 2022, que quedará consolidado por el decreto de transporte marítimo. Pero tenemos que seguir reivindicando un espacio de amarre social, una solución para la lista sexta y reclamar que prevalezca el interés público sobre el interés puramente especulativo al que estamos asistiendo.

Otro de los temas complejos es la regulación del Estany des Peix, un proyecto vivo desde hace varias décadas que es de gran complejidad. El actual proyecto de regulación viene de la legislatura pasada y quedará cerrado en esta. La premisa que guía al proyecto es la protección de este entorno natural, un entorno que es de todos los ciudadanos, que se ha ido deteriorando a lo largo del tiempo y en el que no se pueden dar pasos atrás. El uso comercial de este espacio no es compatible con su protección, en esto creo que el consenso de partidos políticos y ciudadanía es unánime. Las actividades comerciales se deben desarrollar en otros espacios. Esta posición es inamovible, igual que es férrea nuestra determinación por seguir trabajando para encontrar las mejores soluciones, de las posibles, para la actividad comercial.

Tenemos retos por delante y debemos marcarnos objetivos. Vemos cómo Formentera se ha convertido estos años en un objeto de deseo y especulación. Los mercados son globales y las redes sociales están incidiendo en este proceso. Los fondos de especulación se hacen con propiedades y negocios, la globalización hace que el capital y el negocio especulativo se quieran apoderar de lo que puede ser productivo. Estamos sometidos a esta presión y lo hemos comprobado. Este es el gran reto que tenemos por delante, ser capaces de proyectar lo que queremos para nuestro futuro y ser capaces de encontrar las herramientas que nos permitan tener ese futuro. Tenemos la obligación de llenar de contenido la palabra sostenibilidad y esto significa un modelo de desarrollo basado en los derechos humanos transformando las relaciones de poder existentes, corrigiendo las desigualdades, las prácticas discriminatorias y el injusto reparto de poder.

El desarrollo debe ser sostenible. Y sostenible significa ser capaces de crear condiciones de vida a largo plazo que hagan posible un bienestar para las actuales generaciones que no suponga una amenaza o deterioro de las condiciones de vida de futuras generaciones. ¿Estamos en condiciones en Formentera de garantizar esta premisa? Son muchos los indicadores que nos dicen que el desarrollo y nivel de consumo actual no da más de sí. Los efectos de la crisis climática cada vez son más manifiestos y causan más desastres. Tampoco podemos seguir creciendo económicamente sin respetar los derechos humanos, no es aceptable que nuestra riqueza sea a costa de la pobreza de otros o de sus derechos. Tenemos un momento de oro, una posibilidad histórica gracias a una moratoria de plazas turísticas puesta en marcha por la Ley de Turismo.

El acceso a la vivienda, un tema muy complejo. Tenemos un mercado tensionado de vivienda. La posibilidad de establecerse en un territorio tan frágil como el nuestro, limitado en cuanto a extensión, con una economía que tiene como monocultivo el turismo, no pone las cosas fáciles para las personas que deciden desarrollar un proyecto vital en nuestra comunidad. La posibilidad de que el derecho a una vivienda digna, como viene recogido en el artículo 47 de la constitución se convierta en un derecho efectivo, vemos con tristeza y desesperación cómo se convierte en una utopía. El problema es complejo, la vivienda ha perdido su función social en nuestra isla, en detrimento de una función especulativa. La limitación del territorio y el atractivo que tiene Formentera para muchas personas, como primera o como segunda residencia ha elevado los precios a un nivel inasumible para las clases medias, profesionales y sin lugar a dudas para las personas que menos salario obtienen por el desempeño de sus profesiones. Tenemos un parque de vivienda pública absolutamente insuficiente, la media de vivienda pública en Europa es del 9.3%, en países como Holanda, es del 30%. Aunque tenemos proyectada una nueva promoción de vivienda pública de alquiler no será más que un parche. Este año hemos puesto a disposición del Govern los solares públicos en los que tenemos posibilidad de construir más viviendas sociales, en régimen de alquiler. Haremos la incidencia política necesaria para que en los próximos años se construyan más promociones públicas de vivienda. Añadir un dato, en la última legislatura del Partido Popular en Baleares se construyeron 14 VPO en toda la legislatura en todas las islas, en el 2023, en estas dos legislaturas, se habrán construido 1160 nuevas VPO, una promoción terminada en Formentera y otra que se comenzará a construir esperemos que no en mucho tiempo. Las familias en Formentera no pueden pagar el alquiler. Frente a esto nos encontramos con partidos políticos que están en contra de aumentar el salario mínimo y algunos empresarios que se resisten a aumentar los salarios. El aumento del parque público de vivienda es un camino que debemos andar con decisión, sin fisuras y con el respaldo de todos los grupos políticos.

En las últimas temporadas turísticas nos hemos encontrado con quejas de parte del tejido productivo de Formentera reclamando más vivienda para trabajadores. Las empresas han pasado temporadas de incertidumbre, pero también han conseguido seguir adelante, han recibido ayudas públicas, ayudas del dinero de todos, es momento también de incrementar los salarios, si no hay reparto equitativo de los beneficios tampoco habrá sostenibilidad social. Los socialistas llevamos tiempo advirtiendo esta situación y ya no somos nosotros sólos, son más voces las que vislumbran este escenario, podemos morir de éxito. El sector productivo debe entender que parte del problema también es suyo. Desde el equipo de gobierno trabajamos para poder mejorar la situación, sabemos que necesitamos más vivienda pública pero tampoco será suficiente. Pondremos en marcha una oficina de acompañamiento al alquiler, desde la oficina se podrán consultar todas las ayudas existentes de alquiler, además tendremos asesoramiento jurídico, los ciudadanos deben conocer y poder consultar los derechos y obligaciones que tienen respecto a los contratos de alquiler. Además trabajaremos para crear una bolsa de vivienda sostenible, en estos momentos estamos reformulando el modelo de alquiler ético de Menorca para crear una línea de subvención en este sentido que denominamos alquiler sostenible. Como he dicho anteriormente la palabra sostenibilidad la debemos llenar de contenido y debe caminar de la mano de los derechos humanos. Aún así no será suficiente. El problema de la vivienda es parte del modelo que tenemos; sí, del tan nombrado modelo de isla. Se ha comenzado un trabajo de zonificación de vivienda turísticas, debemos seguir incidiendo en él. Pero debemos crear una conciencia colectiva, un pacto social en torno a este tema. Sin vivienda a un precio sostenible no tendremos profesionales, no tendremos sostenibilidad social, ni tan siquiera sostenibilidad económica.

La crisis de Ucrania ha planteado una situación de dificultad añadida a la crisis de la Covid19. La invasión de Rusia a la nación de Ucrania está causando perturbaciones desestabilizadoras en la economía mundial. El último informe del Banco Mundial en su análisis del mes de junio, describe como la recuperación posterior a la pandemia está en riesgo por en todo el mundo por los efectos que está guerra está teniendo en en los mercados de productos básicos, en las cadenas de suministro, en la inflación, que junto con las condiciones financieras de todo el mundo han intensificado la desaceleración del crecimiento mundial. No somos el país que peor lo pasa, ni Formentera vive la peor situación del mundo. Es obvio. Y lejos de ser agoreros, nuestra situación comparada con la de los MEED, mercados emergentes y economías en desarrollo es muy distante.

Este año se prevé que sigamos creciendo, no a la tasa prevista, pero no estaremos en una situación de recesión. Pero el riesgo es real y hay que estar preparados. Las economías avanzadas con el objeto de frenar la inflación endurecerán las políticas monetarias, el precio del dinero se encarecerá y sabemos que el consumo se resentirá. La situación económica de nuestra institución es buena, tenemos capacidad de respuesta ante un mal escenario, pero debemos ser previsores.

Antes de finalizar me gustaría trasladar el agradecimiento de mi grupo a los diputados que han trabajado por los intereses de los ciudadanos de Formentera esta legislatura, tanto a Silvia Tur, como a Antonio Sanz. Diputados que han sido capaces, cada uno a su manera, de trasladar la impronta de Formentera a las leyes aprobadas en esta legislatura en el Parlamento Autonómico. Las últimas leyes aprobadas, la ley de Turismo incluyen 12 de las 13 enmiendas presentadas, la ley de juventud se han incorporado las 12 enmiendas presentadas por Formentera y la Ley de Consells incluye un capítulo específico para Formentera y reconoce la idiosincrasia de nuestra institución, su doble naturaleza jurídica elemento reclamado durante muchos años y que no se recogía en la ley anterior al no existir el Consell de Formentera. Fruto de esta última ley disponemos de 18 meses para dotarnos de un nuevo Reglamento de Organización, reclamación que los socialistas llevamos haciendo muchos años que nos permitirá actualizar nuestro funcionamiento interno y proyectar a una institución hacia la madurez política.

Quiero acabar esta intervención con una reflexión sobre el modelo de isla. Estos últimos años estamos viendo, acentuado por las crisis globales en las que estamos inmersos, cómo el modelo de isla que tenemos necesita ser repensado. Lo hemos dicho y lo reconocemos. Formentera tiene a lo largo de las temporadas turísticas momentos de saturación. Sabemos que no es sostenible la actividad marítima en el parque natural que nos rodea. La vivienda se ha convertido en una odisea. La generación de residuos no para de crecer. Tenemos grandes dificultades en cuanto a transporte público, implementar un sistema eficiente y funcional con nuestra idiosincrasia es un reto. Asistimos a una alarmante falta de fuerza laboral, tanto en el ámbito público como en el ámbito privado. Las plazas turísticas pendientes de ejecución, no parecen ser la solución a nuestros problemas. De hecho el camino que llevamos es aumentar la saturación, encarecimiento de precios y bienes de consumo, no sólo para los turistas, los residentes pagamos los mismos precios que pagan turistas en todos los ámbitos y el nivel que están alcanzando están dejando a muchas personas en situación de precariedad.

La política es una actividad humana apasionante a la vez que difícil. Está claro que nunca llueve a gusto de todos y es evidente que en momentos complejos debe estar a la altura de las circunstancias. Hay límites que nunca se deben pasar. Conjugar los derechos y obligaciones de todos, defendiendo los espacios públicos es una tarea ardua que se acompaña de sinsabores.

Desde este grupo político sabemos que a lo largo de la legislatura se han cometido errores, no puede ser de otra forma, pero sabemos que hemos tomado decisiones y ejecutado acciones que tienen que ver con el interés público y con el objeto de hacer lo correcto en todo momento. Pedir disculpas por los errores y compartir el éxito de los aciertos, es lo que nos guía. Tenemos un gran y duro reto por delante, sabemos que la situación será complicada mientras dure la guerra ilegítima de Pútin. Sabemos que la sociedad exige soluciones inmediatas, también sabemos que los términos de la administración rara vez son inmediatos. Los retos que tenemos por delante son retos de gran calado, son retos de modelo, en los que tenemos posibilidades de acción, pero siendo conscientes de que el tablero es mucho más grande que nosotros. Debemos erradicar el pensamiento infantilizado de pensar que esto lo arreglo yo en dos días, no es real. Debemos seguir estrategias consensuadas socialmente. Es aquí dónde radica nuestra fortaleza y para ello debemos comenzar procesos de reflexión profundos. Lo apuntaba antes, debemos dotar de contenido la tan traída palabra de sostenibilidad. Debe ir de la mano de los derechos humanos, del respeto al medio ambiente, de la igualdad, el feminismo. Hace unos mismos años este conseller propuso en un pleno como este trabajar en la implementación de un Plan Estratégico de Isla. Están en marcha muchos planes, algunas normas y una realidad que hemos visto cómo superaba en algunos aspectos nuestras peores pesadillas. Es el momento de retomar esta iniciativa, debemos pensar el futuro, debemos pensar el presente, debemos ser responsables para generar riqueza de forma sostenible, de forma que permita que las futuras generaciones puedan seguir disfrutando del maravilloso entorno natural que tenemos de una forma más respetuosa, justa y solidaria. Y quizás esto pasa por no seguir creciendo.

Los retos son muchos, son complejos y también son fascinantes. Formentera cuenta con una gran fuerza y son sus ciudadanos, los nacidos aquí y los que como yo se han integrado. Y de ellos necesita una sóla cosa, que den lo mejor de sí. Lo mejor de cada uno en los ámbitos en los que desarrollan sus vidas, nos necesitamos todos y necesitamos que una parte de nosotros tenga en cuenta esto, tenga en cuenta de forma consciente que si hay una parte de nuestro esfuerzo que lo ponemos en el bien común no habrá crisis que pueda con nosotros.

Muchas gracias por su atención.

Rafa Ramírez – Secretario General del PSIB-PSOE Formentera

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